Este último se inspiró en el programa fundacional de Heifer International, una organización surgida en la posguerra para luchar contra el hambre y la pobreza en los devastados campos europeos, bajo la convicción de que, antes que comida, era mejor regalar novillas que generaran ingresos y también comida.
El programa, adaptado “a la colombiana” por FUNDAGÁN, se basa en la misma estrategia de lograr donaciones, en nuestro caso de vacas preñadas o su equivalente en dinero, en una “Gran Cena Gourmet”, en la que, literalmente, se lleva a subasta la solidaridad de los asistentes, y a la cual también puede vincularse con su donación cualquier persona sin asistir al evento.
Como resultado de las cenas realizadas (2010, 2012, 2014) se entregaron más de 8.000 vacas preñadas a familias o comunidades rurales en condición de pobreza, preferiblemente víctimas de la violencia, con una condición adicional: que el beneficiario se compromete a entregar la primera cría a otra persona en su misma condición, con lo cual creamos “cadenas de solidaridad vecinal” que contribuyen a reparar el tejido social, destruido por la desconfianza y el odio sembrados por los violentos durante décadas.