Cabe recordar que allí es donde se plantea en su primer punto la reforma rural integral que aborda temas referidos al Fondo Nacional de Tierras, así como quiénes van a tener derecho a la titulación masiva y también da claridad jurídica para quienes hoy tienen propiedad legítimamente constituida.
En el acuerdo de La Habana se estableció que “una verdadera transformación estructural del campo requiere adoptar medidas para promover el uso adecuado de la tierra de acuerdo con su vocación y estimular la formalización, restitución y distribución equitativa de la misma, garantizando el acceso progresivo a la propiedad rural de quienes habitan el campo y en particular a las mujeres rurales y la población más vulnerable, regularizando y democratizando la propiedad y promoviendo la desconcentración de la tierra, en cumplimiento de su función social”.
Anunció que “a partir de hoy, todos los bienes en extinción de dominio de la SAE (Sociedad de Activos Especiales) pasarán a ser la base de una nueva economía productiva administrada por las organizaciones campesinas, por las cooperativas urbanas de jóvenes productivos, y por las asociaciones populares femeninas”. (Lea: Las “nuevas” FARC: el legado del acuerdo de La Habana)
Así mismo, en su discurso de posesión Petro anunció que va a seguir “a rajatabla” las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad que como se sabe también tuvo muchos cuestionamientos por su parcialidad.
Igualmente el discurso del nuevo presidente evocó las intervenciones del fallecido Hugo Chaves y de Nicolás Maduro con sus alusiones a Simón Bolívar. Fue así como, por ejemplo, dijo “hagamos realidad esa unidad con la que soñaron nuestros héroes, como Bolívar, San Martín, Artigas, Sucre y O’Higgins. No es una utopía ni es romanticismo. Es el camino para hacernos fuertes en este mundo complejo. Hoy necesitamos estar más juntos y unidos que nunca”.
Continuó señalando “como dijo alguna vez Simón Bolívar: la unión debe salvarnos, como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros. Pero la unidad latinoamericana no puede ser una retórica, un mero discurso”.
También reiteró sus advertencias contra quienes más dinero tienen, que en la mayoría de los casos lo han ganado con esfuerzo y trabajando duro, pero a quienes les van a cobrar más impuestos.
Afirmó que “la igualdad es posible si somos capaces de crear riqueza para todos y todas, y si somos capaces de distribuirla más justamente. Por eso proponemos una economía basada en la producción, el trabajo y el conocimiento. Y es por ello por lo que proponemos una reforma tributaria que genere justicia. El llevar una parte de la riqueza de las personas que más tienen y más ganan, para abrirle las puertas de la educación a toda la niñez y la juventud., no debe ser mirado como un castigo o un sacrificio. Es simplemente el pago solidario que alguien afortunado hace a una sociedad que le permite y le garantiza la fortuna”. (Lea: Gobierno Petro espera tener 15 reformas aprobadas en noviembre)
Otro de los aspectos que reiteró fue el diálogo que sostendrá con los grupos al margen de la ley. Al respecto dijo que “dialogaré con todos y todas, sin excepciones ni exclusiones. Este será un gobierno de puertas abiertas para todo aquel que quiera dialogar sobre los problemas de Colombia. Se llame como se llame, venga de donde venga”.
Anunció, además, que ahora el Ejército construirá distritos de riego, casas campesinas y caminos vecinales. “Ejército, sociedad y producción pueden unirse en una nueva ética social indestructible. Los helicópteros y los aviones, las fragatas, no solo sirven para bombardear o disparar, también sirven para crear la primera infraestructura de la salud preventiva del pueblo colombiano”.